La obesidad es una enfermedad crónica caracterizada por un aumento de masa grasa y por tanto un aumento de peso. Esta grasa se deposita a nivel subcutáneo y en las vísceras. En función del porcentaje graso serían obesos aquellas personas con un porcentaje superior al 25% ( hombres) y 33% ( mujeres).
Para definir el grado de obesidad se utiliza el Índice de Masa Corporal (IMC) porque refleja muy bien el porcentaje de adiposidad. Se calcula mediante la fórmula: IMC ( kg/ m2) = peso en kg / talla en m2. Por encima de 30 de IMC hablamos de obesidad. Según el IMC se clasifica la obesidad en GRADOS:
– IMC < 18 Peso insuficiente
– IMC 18,5 – 24,9 Normopeso
– IMC 25- 26,9 Sobrepeso grado I
– IMC 27 – 29,9 Sobrepeso grado II (preobesidad)
– IMC 30 – 34,9 Obesidad tipo I
– IMC 35 – 39,9. Obesidad tipo II
– IMC 40 – 49,9. Obesidad tipo III ( mórbida)
– IMC > 50. Obesidad tipo IV ( superobesidad)
El término obesidad mórbida se introdujo en 1963 para enfatizar las enfermedades asociadas a la obesidad extrema que justifican la intervención terapéutica. Los grados de obesidad II, III y IV son candidatos al tratamiento quirúrgico.