Como prevenir la obesidad infantil

30 agosto 2016

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Los niños deben incorporar suficiente nutrición para mantener su crecimiento y desarrollo. Hacer dieta y restringir los alimentos apetecibles no son adecuados para el tratamiento de la obesidad infantil. Los alimentos y componentes nutricionales que pueden reducir el riesgo de obesidad deben ser decisiones inteligentes. Sin embargo, para los niños pequeños, sus opciones de comida por lo general siguen el ejemplo de sus padres.

Por eso los padres obesos tienen un mayor riesgo de criar hijos obesos, porque los niños seguirían las opciones de preferencias de alimentos con alto contenido de grasa, ricos en energía como sus padres. En este punto, la conciencia de una «buena dieta» de los padres es importante para la elección de alimentos de sus hijos.

Se pueden apuntar una serie de claves para mejorar la alimentación de los niños y evitar que desarrollen obesidad:

  1. Buen hábito de desayuno
  2. Evitar ingestas compulsivas, comidas con alto contenido de grasa a la noche
  3. Evitar el patrón de comidas poco frecuentes y el aumento de frecuencia de las comidas
  4. Evitar comer mientras ve la televisión

El desayuno es la comida más importante del día, los niños que desayunan  tienen menos riesgo de ser obesos. El desayuno debe ser variado e incluir fibra, frutas y productos lácteos.

Se deben evitar así mismo los atracones, comer cuando ya se está saciado. Igualmente   se deben evitar las comidas nocturnas con alto contenido de grasa.

También hay que evitar  un patrón de comidas poco frecuentes. Se recomienda aumentar la frecuencia de las comidas cuando sea posible. Los experimentos en pacientes obesos mostraron que los lípidos séricos y el sobrepeso tienden a disminuir a medida que aumenta la frecuencia de las comidas. Los individuos con cinco o más comidas al día es poco probable que presenten un aumento excesivo de peso. Hay una relación inversa entre la prevalencia de obesidad infantil y la frecuencia de las comidas.

Por último tampoco es aconsejable comer mientras ve la televisión  ya que por lo general conduce a más admisión de energía (comer grandes bocados ricos en energía y beber bebidas azucaradas) y a menor gasto de energía (posición sedentaria).

Existe una relación entre la obesidad de la niñez y la ingesta de alimentos. La elección inteligente de los alimentos y los componentes nutritivos y patrones de consumo de alimentos adecuados son importantes para la prevención de la obesidad infantil.

Una dieta equilibrada es fundamental desde nuestra infancia

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