Gestionar las emociones favorece la pérdida de peso

25 junio 2018

Compartir

Cada persona es un mundo y la manera en la que actuamos en situaciones extremas no tienen por qué ser la misma. Sin embargo, cuando una persona tiene ansiedad o estrés una respuesta frecuente de nuestro organismo será comer para acabar con el sentimiento que nos genera malestar. El problema es que cuando se dan estos cuadros es posible que se coma de forma compulsiva. Comer más rápido implica ingerir mayor cantidad de alimento, ya que no existe un tiempo concreto en el que nuestro cuerpo emite la sensación de saciedad. Las clínicas para adelgazar en Madrid sabemos de primera mano que estos atracones son un problema a la hora de perder peso.

Existen muchas situaciones que pueden hacernos sentir ansiedad, miedo, inseguridad, frustración, etc. Aunque no todo el mundo va a reaccionar igual ante estos sentimientos, muchas personas recurren a la comida para tratar de sentirse mejor y, aunque parece que carece de sentido, este comportamiento tiene una explicación razonable.

Al nacer somos vulnerables y no podemos valernos por nosotros mismos, pero hay una cosa segura: el hambre nos hace sentir mal y cuando recibimos el alimento inmediatamente nos sentimos mejor. Este recuerdo nos hace recurrir a la comida para aliviar otras situaciones que pueden generarnos malestar. No sólo el alimento nos calma cuando somos bebés, además sentimos el afecto y los cuidados de un familiar, en conjunto esta acción contribuye al bienestar.

La comida ha podido hacernos sentir mejor en otras etapas de la infancia. Una galleta o un poco de chocolate en un momento en el que nos sentimos tristes o contrariados también tenían ese efecto pacificador. Inevitablemente, desde la niñez hemos relacionado la comida con sentirnos mejor cuando no estábamos del todo bien. Esto prevalece hasta nuestra edad adulta, cuando recurrimos a los alimentos para sentirnos mejor ante un problema que no somos capaces de resolver.

Sin embargo, este parche resulta contraproducente, ya que después de comer nos sentiremos peor por pasarnos con la comida. Generalmente, nos sentimos culpables y nos juzgamos de forma severa. En Cirugía Laparoscópica de Adelgazamiento queremos destacar que, en estos casos el problema no es el sobrepeso, sino el hecho de no ser capaces de gestionar nuestras emociones.

Esta última cuestión puede ayudarnos a evitar un problema con nuestro peso. Comer compulsivamente no va a solucionar nuestros problemas. Aprender técnicas que nos ayuden a gestionar la ansiedad o el estrés puede ayudarnos a mantener nuestro peso ideal.

Recibe nuevas notificaciones

Contacta ahora