Obesidad y Menopausia

11 febrero 2014

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Obesidad y Menopausia

 

Con la llegada de la menopausia la mujer presenta cambios sustanciales en su organismo y una de las consecuencias  es la aparición de obesidad o el agravamiento de la misma si ya existía previamente.

Varios estudios han demostrado que la menopausia se asocia  a un aumento de peso (en torno al 6%)  y este se produce por un incremento de la masa grasa.

En cualquier edad encontramos que la obesidad es más frecuente en las mujeres en una proporción de 80/20 y esto se agrava con la edad.

Las causas de esta tendencia obesogena durante el periodo de la menopausia se relacionan por una parte con la edad y por otra con la disminución de las hormonas femeninas (estrógenos) que tiene lugar en esta etapa de la vida.

Con la edad disminuye el Gasto Energetico Basal  (quemamos menos)  y a esto se asocia una menor actividad física , por lo tanto comiendo lo mismo quemamos menos y este exceso de energía que consumimos se depositará en forma de gasa y hará que aparezca la obesidad o que aumente.

Pero además en la menopausia la distribución de la grasa también varía, con predominio del depósito graso a nivel abdominal. Esto conlleva riesgos como la aparición de diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia,etc.

Y es por esto que durante la menopausia el riesgo cardiovascular aumenta y se iguala con el de los hombres, las mujeres dejan pues de estar “protegidas” frente a  accidentes isquémicos, infartos, etc

La aparición de Hipertensión arterial se agrava en la menopausia y mucho más si  la paciente es obesa.

Sabemos también que existe una relación entre obesidad l y la aparición

de cáncer de mama.El riesgo relativo de sufrir cáncer de mama se

mantiene más alto en mujeres con un Indice de Masa Corporal (IMC) superior a 25

tanto durante el periodo perimenopáusico como en la postmenopausia.

El único efecto beneficioso de la obesidad en la menopausia viene dado por el hecho de que los riesgos de osteoporosis y fracturas disminuyen según aumenta la masa corporal. Este efecto protector se debe probablemente a que las mujeres de mayor peso

tienen mayor cantidad de estrógenos circulantes.

Por todo esto es obvia la necesidad de tratar la obesidad durante esta etapa de la vida de las mujeres para que no se vea mermada su salud y su calidad de vida.

Puntos clave del tratamiento serían dos: incrementar la actividad física (hacer ejercicio a diario) y disminuir la ingesta (debemos comer menos y seleccionar adecuadamente los alimentos).

En ciertos casos se deberá recurrir al tratamiento quirúrgico (cirugía bariátrica) para tratar los casos más graves de obesidad que no van a responder al tratamiento basado en dietas y ejercicio físico.

La mujer menopáusica es candidata a la cirugía cuando presenta obesidad mórbida ya que los riesgos de estas intervenciones siempre será menores que los que supone el exceso de peso.

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