Al tener muy reducida la capacidad del estómago debe acostumbrarse a comer raciones muy pequeñas cada poco tiempo. Pasarán varios meses hasta que se adapte a su alimentación . Al principio sólo tomará líquidos (4-6 semanas), luego alimentos triturados o en puré y finalmente sólidos. Pasados 6 meses ya podrá tomar casi todos los tipos de alimentos.
No debe olvidar que la tolerancia a los alimentos y el período de adaptación es muy variable, lo que más cuesta es comer ciertos alimentos como la carne, pan, arroz y verdura con fibra.
Las técnicas restrictivas precisan de una cooperación especial ya que limitan más la ingesta de ciertos alimentos, si se fuerza la ingesta vomitará.
En cualquier caso deberá restringir la ingesta de calorías para ir perdiendo peso. Gracias a la intervención le será fácil perder peso sin pasar apenas apetito y podrá mantener esta perdida mucho tiempo.
Pero no debe olvidar que si abusa de alimentos ricos en calorías (bollería, chocolate,..) va a ser difícil que pierda todo el peso deseado.
Podrá incorporarse a sus actividades de modo progresivo. A partir de las 3 semanas de la intervención se puede conducir.
Las primeras semanas debe evitar hacer esfuerzos o coger objetos pesados. A las 6 semanas la herida estará cicatrizada y podrá hacer una actividad física normal (incorporación al trabajo..)
Es necesario iniciar un programa regular de ejercicios a las 4-6 semanas, con ello favorecerá la perdida de peso. Puede empezar por caminar o practicar la natación o bicicleta. Conviene empezar poco a poco, al principio unos 30 minutos al día.
Deberá seguir tomando la misma que antes de operarse, aunque a veces se precisan ajustes de las dosis o de la forma de presentación al ir perdiendo peso.
Con el tiempo es probable que deje de precisar ciertos fármacos al ir desapareciendo las enfermedades asociadas a la obesidad (diabetes, hipertensión arterial…).
Generalmente se prescriben complejos de vitaminas y minerales (hierro) durante 12-18 meses que se suspenden si se sigue una alimentación variada, en otras ocasiones se precisan protectores gástricos, fibra, laxantes suaves,..
Con las técnicas simples se pierde un 30% del peso inicial (30-40 Kg), con las complejas un 40-50% (50-60 Kg), aunque no todo el mundo pierde lo mismo. En general los hombres y los pacientes más jóvenes pierden más peso.
Las perdidas máximas de peso ocurren antes de los primeros 18 meses tras la cirugía, a veces a los dos años hay una reganancia leve (de 5-8 Kg).
No hay que olvidar que el éxito de la cirugía depende en gran medida de la adecuada cumplimentación de las pautas dietéticas y de la realización de ejercicio físico. Es imperativo cambiar los hábitos de vida.
Si todo esto se cumple la cirugía habrá sido un éxito, y no sólo en cuanto a la perdida de peso sino (lo que es más importante) dejará de padecer una gran parte de las enfermedades que estaban causadas por su obesidad. Mejorará además su movilidad, su resistencia, su autoestima, el humor, las relaciones interpersonales, la capacidad de trabajo, las relaciones de pareja (si eran buenas antes), etc.
Como en toda intervención de cirugía mayor, existen unos riesgos operatorios que hay que sopesar , conocer y comparar con los riesgos de mantenerse con una obesidad severa.Existen unos riesgos precoces (tras la intervención) y otros tardíos: