Hay estudios que revelan que las personas con obesidad tienen mayores probabilidades de sufrir trastornos mentales como la depresión. ¿Es así? En la Clínica Laparoscópica de Adelgazamiento, vamos a adentrarnos en la relación que puede haber entre estos dos padecimientos, a continuación.
Obesidad y salud mental
La obesidad, como la define la OMS (Organización Mundial de la Salud), como una acumulación excesiva de grasa que puede perjudicar la salud y supone un alto riesgo de sufrir numerosas enfermedades crónicas.
Una persona puede padecer obesidad debido a su estilo de vida, su alimentación, o incluso por factores hereditarios, pero lo que hay que tener en cuenta, es que se trata de un problema que al final va más allá de lo físico, ¿cómo afecta a la salud mental?
Es importante saber que la salud mental es un componente muy importante para la salud. Se trata del bienestar individual, y viene determinada en base a aspectos sociales, psicológicos y biológicos. La salud mental puede deteriorarse por cambios sociales, por estrés y ansiedad, exclusión o discriminación, o por llevar un estilo de vida poco saludable. De ahí que no sea tan extraño decir que la obesidad puede estar relacionada con la salud mental, y con la respuesta por parte de una persona a determinadas experiencias que pueden ser negativas a su parecer.
Así, numerosos pacientes con obesidad pueden tener trastornos como depresión, trastorno por atracón, déficit de atención o depresión, entre otros. De hecho, según un estudio de la Asociación Americana de Psicología el 51 % de las personas con obesidad cuentan con un historial de depresión grave.
¿De qué otras maneras puede afectar la salud mental a la obesidad o viceversa? Estrés, alteraciones en los ciclos de sueño, la toma de medicamentos por enfermedades psiquiátricas pueden producir un incremento de peso, la discriminación por obesidad puede empeorar la salud mental, etc.