¿Has oído hablar del hambre emocional? Este trastorno alimentario provoca la ingesta compulsiva y descontrolada de alimentos. Quien lo padece, confunde la necesidad de comer con los sentimientos de vacío que puede producir el aburrimiento, la soledad, la ansiedad, la ira o el estrés. Como consecuencia, en ciertos casos esta situación acaba derivando en sobrepeso u obesidad, si bien es cierto que también se pueden desarrollar otros trastornos asociados como la bulimia o la anorexia.